martes, 9 de septiembre de 2008

TENGO UNA HIJA BOLUDA Por Norberto Outes

Como ya lo aclaré en notas anteriores, tener hijos en cualquier momento de la historia de la humanidad, es una gran satisfacción, pero es sobre todo, una gran responsabilidad. Y cuando esos hijos llegan a la adolescencia, la responsabilidad, tal vez puede llegar a ser mayor. ¿Que decimos cuando decimos “adolescente” ? ¿De qué hablamos? ¿A que nos referimos? De “adolecer”. De dolor. El adolescente adolece y nosotros, los padres, tenemos que ser su guía. Sin represión, pero con firmeza. Sin violencia, pero con autoridad. Y vivimos en una sociedad machista.Yo como padre, soy meticuloso, observador, obsesivo y atento. Y por ende, intento meterme en las vivencias de los jóvenes. En sus preferencias, en sus gustos (gustos que a veces comparto, porque a mi también me gustan las jovencitas) Yo grabé para que ustedes lean, la conversación que mi hija tuvo en su cuarto con amiga y lo transcribí textualmente.
-¿Vos estás ofendida conmigo, boluda?
-No, boluda ¿Que decís? Nada que ver...
-Pero, boluda, yo me doy cuenta, decímelo y lo aclaramos...
-Pero no tengo nada que decirte, boluda, porque está todo bien...
-Ah, boluda ¡¡¡
-Pero, boluda, siempre nos fuimos de frente, no te voy a mentir ahora....
-En serio, boluda que está todo bien?
-Si, boluda, vos te subiste a cualquier caballo porque sos una boluda, boluda. Amigas como siempre...
-¿Sabés que creo, boluda?-¿Que, boluda?
-¿No te vas a enojar, boluda?-No, boluda, decime lo que quieras...
-Que somos dos reverendas boludas...
La adolescencia no está pasando por su mejor momento y eso hay que solucionarlo. Muchas gracias. Hasta el mes que viene...

1 comentario:

Javiercebrero dijo...

Creo que estamos viviendo una etapa de boludez total, somos tan boludos que estamos hasta con el campo!!