miércoles, 20 de agosto de 2008

MI PAREJA NO ACEPTA A MI HIJO

Que nuestra nueva pareja no acepte a nuestros hijos es verdaderamente un problema sin solución. ¿Que es lo que tenemos que ver a la hora de elegir entre un hijo o una novia? Primero si nuestra nueva pareja es un bombón. Porque tampoco se trata de dejar de lado a los hijos por un cachivache que nos se puede llevar ni a las peñas de los jubilados. Igualmente el problema sigue siendo más complejo. La semana pasada un paciente me decía: “Mi hijo se vino a vivir conmigo y mi nueva pareja y está todo el día tirado en la cama” Yo le decía que peor es que ande en la calle matando ancianos, asaltando escuelas a mano armada, orinando el monumento a Casey o tirándole con el rifle desde un edificio a los permisionarios. Es muy difícil que nuestra nueva pareja comprenda el vínculo que nos une a nuestros hijos. Para nuestra nueva pareja nuestro hijo es un boludo...al igual que para la mayoría de la gente. Pero hay un tema central: cuando en un momento se mezclan dos
familias empiezan los problemas. ¿Vemos el vaso medio vacío? ¿Vemos el vaso medio lleno? ¿Vemos el vaso? A las mujeres, en especial, le molestan los hijos que tuvimos con otra mujer, sobre todo si los concebimos durante la relación con ella. La semana pasada le dije a un paciente que sus males se debían a que no encaraba los conflictos con la decisión que se necesita en esos casos, tal vez por una carencia de estimulación paterna en la infancia, a lo que me contestó: “no te metás con mi viejo porque te voy a arrancar la cabeza de una trompada, pedazo de pelotudo”. Pero vivimos en una sociedad machista. Hasta el mes que viene.

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